Alquilar tu vivienda debería ser sinónimo de tranquilidad. Firmas un contrato, entregas las llaves y confías en que todo irá bien. Pero… ¿qué pasa cuando el inquilino decide saltarse las reglas y usar tu piso para algo totalmente distinto a lo pactado?
Hoy queremos contarte un caso real que nos tocó vivir este verano en Santander. Una experiencia que demuestra lo importante que es tener detrás a una agencia como Inmosantander, que no solo busca inquilinos, sino que está ahí para protegerte cuando surgen problemas.
El inicio, todo parecía correcto
En junio alquilamos un piso como residencia habitual. Revisamos papeles, seguros, contrato… todo en orden. La propietaria estaba tranquila y nosotros también. El inquilino había pasado todos los filtros y parecía de fiar.
Pero a finales de agosto, los vecinos empezaron a sospechar. Había movimiento extraño en el edificio, familias entrando y saliendo con maletas. Avisaron a la propietaria y… se encendió la alarma: el piso se estaba usando como alquiler vacacional.
El problema, de la residencia al turismo
Lo grave no era solo que el contrato se estaba incumpliendo. Es que este uso ilegal podía traer problemas serios:
Quejas vecinales.
Posibles sanciones del Ayuntamiento.
Desgaste acelerado de la vivienda.
Y lo más curioso: el inquilino no lo anunciaba en plataformas como Airbnb. Lo ofrecía a agencias reguladas de turismo, ocultando que él no tenía permiso para hacerlo.
Nuestra actuación, rapidez y firmeza
En Inmosantander no nos quedamos de brazos cruzados. Actuamos rápido y con un plan claro:
✔️ Hablamos con el inquilino para pedir explicaciones.
✔️ Conversamos con la familia que estaba ocupando la vivienda.
✔️ Llamamos a la Policía para que levantara acta y quedara constancia oficial.
Con esas pruebas en la mano, negociamos con el inquilino hasta conseguir que firmara la rescisión del contrato y entregara las llaves, sin necesidad de ir a juicio. La propietaria pudo recuperar su casa limpia y legalmente.
La lección, no basta con firmar un contrato
Este caso deja una enseñanza muy clara, los imprevistos existen, y cuando aparecen, marcan la diferencia entre tener un problema enorme… o una solución rápida.
Si esta propietaria hubiera gestionado el alquiler por su cuenta, seguramente la historia habría acabado en tribunales, con meses de espera y muchos quebraderos de cabeza. En cambio, gracias a la intervención de profesionales, todo se resolvió en cuestión de días.
Nuestro trabajo no termina cuando entregamos las llaves. Alquilar con Inmosantander significa tener la tranquilidad de que, si algo falla, estaremos a tu lado para solucionarlo.
Porque entendemos que tu vivienda no es solo ladrillo: es tu patrimonio, tu ahorro, tu tranquilidad. Y para nosotros, eso merece toda la protección.
¿Tienes un piso en Santander o en Cantabria y quieres alquilarlo sin riesgos? En Inmosantander estamos para que duermas tranquilo, incluso cuando aparecen problemas inesperados.
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